Las plagas de pulgas son una de las infestaciones más molestas y difíciles de erradicar que podemos sufrir. Frecuentemente, los medios como La Opinión de A Coruña, La Voz de Galicia o Faro de Vigo recogen la existencia de estas plagas de pulgas en Galicia. Los sifonápteros, más conocidos como pulgas, son insectos parasitarios que se alimentan de la sangre de aquellos animales donde se alojan. Suelen invadir el cuerpo de diversos mamíferos (ratas, ratones, conejos, ardillas, perros, gatos y también humanos) y de aves. De entre las 2.000 variedades de pulgas que existen, en España las más frecuentes son aquellas que afectan a gatos, perros, aves y humanos. Se trata de bichos diminutos (miden unos 3 mm de largo, como mucho), por lo que resulta difícil verlas a simple vista. Además, su cuerpo aplanado les permite esconderse con facilidad en el pelo o plumaje de los animales que parasitan, pudiendo también ocultarse en grietas (suelo y paredes), muebles tapizados, cortinas, ropa de cama o alfombras.
Las pulgas carecen de alas, pero compensan esta carencia con su gran velocidad y una portentosa capacidad para dar grandes saltos (lo que les permite pasar de unos mamíferos a otros).
El ciclo vital de la pulga pasa por una metamorfosis completa, pues atraviesan sucesivas fases de crecimiento: huevo, larva, pupa y adulto. Su vida dura 2 o 3 semanas si encuentra alimento, en caso contrario, entra en estado de hibernación (pupa), pudiendo alcanzar entre 6 meses y un año de existencia.
Aunque tienen gran capacidad de adaptación, las pulgas prefieren las temperaturas cálidas (28º o más) y húmedas (80 %), así como los lugares cerrados.
Las plagas de pulgas no son fáciles de erradicar, ya que estos bichitos tienen todo lo necesario para dificultar su eliminación: son rápidos, se esconden hábilmente y poseen un cuerpo duro, capaz de resistir el rascado y la presión dactilar. Es importante eliminar la plaga de pulgas a tiempo, ya que se trata de insectos sumamente fértiles (una hembra puede poner hasta 600 huevos durante su ciclo vital), sobre todo en primavera y verano. Las pulgas suelen picar en las partes más peludas de sus víctimas (interior de los muslos, grupa y vientre), presentando en la misma zona entre 3 y 4 piquetes sin un patrón concreto (como es el caso de las chinches).
La picadura de la pulga es más pequeña que la del mosquito y causa enrojecimiento en la piel e inflamación, pudiendo provocar caída de pelo en la zona afectada. Presenta, asimismo, un solo punto de picadura (de tono más oscuro) en el centro de la elevación cutánea.
El rascado de este tipo de picaduras causa costras (pústulas) rodeadas por una aureola rojiza y aumento de la irritación. Primeramente, lava la zona afectada con agua fría y jabón neutro. A continuación, sécala con un tejido que no deje restos textiles y deja la zona al aire.
No rasques la picadura, ya que ello puede causarte una infección. Para calmar el prurito puedes aplicar hielo sobre la zona afectada, tomar antihistamínicos (por vía oral, en spray o en crema) o aplicarte cremas de cortisona o loción de calamina sobre la picadura.
Son muchos los remedios caseros que la sabiduría popular emplea para aliviar la comezón causada por la picadura de las pulgas: bolsas de té, pasta elaborada a base de bicarbonato y agua, aloe vera, zumo de limón, miel, baños de agua y avena, así como vinagre de manzana; son solo algunos de los diversos alivios tradicionales que se aplican.
La picadura de pulga tiende a desaparecer al cabo de unos días, pero si experimentas muchas picaduras, un empeoramiento de su aspecto o síntomas de enfermedad (como fiebre), debes acudir al médico. Puesto que las mascotas son el vehículo preferido por las pulgas para entrar en nuestra casa, un buen tratamiento preventivo pasa por someter a nuestros animales domésticos a tratamiento antiparasitario, así cómo limpiar periódicamente sus enseres (mantas, camas, cepillo, juguetes, etc.).
La limpieza periódica del hogar también es importante para impedir que la plaga de pulgas prolifere. Friega el suelo con detergente anti-insectos, pasa el aspirador y aplica insecticida en spray tanto por los muebles tapizados como por las alfombras y lava periódicamente la ropa de cama y las cortinas.
Las pulgas sienten predilección por los lugares donde duermen las mascotas, así que evita que tus animales de compañía duerman en tu cama e higieniza con frecuencia la suya. Las plagas de pulgas son una de las infestaciones más pertinaces y difíciles de erradicar.
Primeramente, es bueno llevar a nuestras mascotas al veterinario para que este identifique que realmente están afectadas de pulgas -y no de otro parásito- y le prescribirá el tratamiento necesario para deshacerse de estos molestos visitantes. Si se ha detectado el problema en su etapa temprana, es posible que con ello se elimine el problema.
Pero si la infestación causada por la plaga de pulgas está más avanzada, habiendo colonizado este desagradable parásito nuestro hogar, será necesario acudir a un especialista en control de plagas (como INSA.des), lo que te garantiza su erradicación definitiva.