Ya nadie duda de que la tierra corre un serio peligro. El ecosistema cada vez nos manda señales más fuertes del evidente desgaste infringido por la mano del hombre. Los negocios, a través de la responsabilidad medioambiental de las empresas, juegan un papel decisivo a la hora de revertir este proceso de autodestrucción.
¿Por qué es tan necesaria la responsabilidad medioambiental?
¿En qué nos hemos equivocado?¿Qué medidas medioambientales hay que tomar?
Son muy variados los peligros que amenazan a nuestro planeta: deforestación a causa de los incendios, contaminación causada por la eliminación negligente de todo tipo de residuos, extinción indiscriminada de flora y fauna para satisfacer ciertos intereses económicos, presencia del nocivo gas radón en las construcciones…
El acelerado desarrollo industrial y el consumismo frenético son dos de las principales causas que contribuyen a la erosión medioambiental. La mayoría de los países del mundo, azuzados por potenciar su crecimiento económico, no dudan en poner en riesgo su equilibrio natural.
Cuando la naturaleza dice basta: momento de tomarse en serio el problema y empezar ya a tomar medidas medioambientales para luchar contra el cambio climático.
A estas alturas podemos afirmar que nuestro planeta ya está harto de los incesantes abusos a los que lo venimos sometiendo… y nos lo está haciendo saber de formas cada vez más vehementes: cambio climático, desertificación, contaminación del aire y de las aguas. Todas y cada una de estas manifestaciones ya suponen un claro perjuicio para la salud humana.
¿Hay marcha atrás si respetamos los límites?
Tocados, pero no hundidos
Si bien es cierto que nuestro medio ambiente presenta heridas de consideración, todavía podemos revertir la mala senda que hemos iniciado: la ONU fija 2030 como fecha límite para evitar que los daños medioambientales sean irreversibles.
Todos podemos hacer algo para frenar la degradación medioambiental de nuestro planeta. Se trata de un compromiso que nadie debe obviar. Pero es evidente que, cuanto mayor sea nuestra cuota de poder, más podremos hacer para salvar (o condenar) el ecosistema… y eso es algo que toca muy de cerca a los gobiernos y a las empresas.

Responsabilidad medioambiental de las empresas: mucho más que una mera declaración de intenciones.
El RD 26/2007 de responsabilidad medioambiental de las empresas obliga a éstas a tomar medidas efectivas para prevenir y, en su caso, combatir los daños que su actividad pudiera causar al medio natural.
La regulación constriñe a todo tipo de empresas, si bien aquellas cuyas actividades sean más sensibles para el medio ambiente, tendrán mayores obligaciones (no es lo mismo una gestoría que una petrolera). Los poderes públicos se comprometen asimismo, a inspeccionar la observancia de esta normativa y, en su caso, sancionar su incumplimiento.
Para que tu negocio no tenga problemas a la hora de observar la rigurosa regulación medioambiental, lo mejor que puedes hacer es ponerlo en manos de profesionales como INSA des: Ponemos a tu servicio las más avanzadas técnicas de análisis, limpieza, desinfección y gestión de residuos en Galicia para reforzar el compromiso ecológico de tu empresa.
Entre nuestros servicios relacionados con la responsabilidad empresarial medioambiental destacan: análisis y tratamiento de aguas residuales y vertidos, estudios de calidad del aire y de gas radón, limpiezas químicas e industriales, mantenimiento de depuradoras, transporte y gestión de residuos.
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